“La llegada del Rey Siervo” —Marcos 1: 9-13

Iglesia Presbiteriana Pacto de Cristo

Por un momento imagine que es parte de la gran multitud que salió de la ciudad para escuchar el mensaje de Juan el bautista y ser bautizado por el. A su lado están su vecino adultero, su jefe corrupto, la hija de una vecina que abandonó su casa y se entregó a la prostitución, puede ver también a un joven que jugaba con su hijo y ahora es conocido como el peor delincuente de la ciudad, mira a su alrededor y ve que hay cientos de personas que tenían fama de “buenas” pero que están convencidas de que necesitan arrepentirse, y entre ellos usted esperando ser bautizado. De pronto recuerda que Juan dijo que vendría uno más poderoso que él y Bautizaría con el Espíritu Santo en lugar de agua (Mr. 1.7-8). Mientras recuerda eso, escucha a Juan gritar fuertemente “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn. 1:29). Se da vuelta y no ve nada extraordinario, solo un hombre sencillo, sin ropas reales, sin túnicas sacerdotales. Su Nombre es Jesús de Nazaret. ¡Este es uno de los momentos más impactantes en la vida de Jesús! Contemplemos al Santo de los Santos, cuyos ojos no pueden ver el mal, y ante quien los Serafines cubren su rostro, tomando su lugar en la fila de los perdidos.