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Blasco Ibáñez.Tras el velo capítulo 6

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06 El iniciado exiliado del 98 (0601) Joan Fuster, otro de los más reconocidos escritores valencianos, decía sobre Blasco Ibáñez: (0602) “A Blasco le ocurrió que, por una circunstancia cronológica clara, no fue ni carne ni pescado: ni del siglo XIX ni del siglo XX. Su mismo naturalismo resultaba «anacrónico»: tardío respecto de doña Emilia Pardo-Bazán, por ejemplo, y demodé cuando Azorín, Valle-Inclán y Baroja ganaban terreno…” (0603) Y es que prácticamente todos los escritores de la llamada generación del 98 se llevaron mal con Blasco y su nombre no está ligado a la generación que por méritos y año de nacimiento le correspondería. En “Blasco Ibáñez i la Generació del 98” de Francisco Fuster podemos leer: (0604) “Blasco tenía tres años menos que Miguel de Unamuno, dos menos que Ángel Ganivet, uno menos que Ramón María del Valle-Inclán, cinco más que Pío Baroja, seis más que Azorín, siete más que Ramiro de Maeztu y ocho más que Antonio Machado. Fue, por lo tanto, coetáneo de los autores citados, a la mayoría de los cuales, además, conoció personalmente…” “…a la altura de 1905, Blasco Ibáñez era, después de Galdós, «el novelista que más vendía en España, alcanzando tiradas que, como hemos visto, eran superiores a los 15.000 ejemplares»…” (0605) El público se casaba con Blasco pero la crítica y los literatos coetáneos no lo podían ni ver. [0606] “Por desgracia para él, y a pesar del incontestable de su triunfo comercial, sus novelas fueron tan bien recibidas por el público, como despreciadas por la crítica, que puso objeciones a su estilo, que juzgó de precipitado o poco elaborado, e incluso al uso de un castellano que, al estar influido por su bilingüismo, también fue tildado de incorrecto. En el caso concreto de su relación con el 98, la diferencia entre Blasco y los miembros canónicos de esa generación es que fueron estos los que, por diferentes razones, le lanzaron ataques personales o, en el mejor de los casos, mantuvieron con él una relación cordial que, sin embargo, nunca llegó al grado de la amistad. Por su parte, y ante las diferentes muestras de desconsideración que recibió de todos ellos, Blasco optó, casi siempre, por un elegante silencio…” 0607 Uno de sus archienemigos fue Pio Baroja. Coincidieron en un restaurante en París en 1913 como ya les contamos en el capítulo 4: 0608 “Diez años más tarde me aseguraba [Blasco Ibáñez] en París, en el café la Closerie des Lilas: «Que digan que yo soy un autor bueno o malo, me tiene sin cuidado. Lo que es evidente es que yo soy el escritor mundial que gana más dinero de la época»” 0609 Tanto es así que una vez fallecido Blasco un grupo de artistas valencianos envió un telegrama a Valle-Inclán en el cual se lo acusaba de ser una «víbora» que había pretendido envenenar la obra blasquista. Aquel 30 de enero de 1928 el diario Pueblo incluía también, además del citado telegrama, un durísimo artículo, elocuentemente titulado «Gritos de alcantarilla», en el cual tanto Baroja como Valle-Inclán eran atacados e insultados por la redacción del periódico, dolida por la recientísima muerte de quien lo había fundado el 1894: (0610 )“El señor Baroja, hipocondríaco panadero que cuando deja la tahona escribe sus libros, con el mismo desgaire que si se tratara de confeccionar un pan de Viena o una «pataqueta de huertas, ha hecho objeto a Valencia y a sus hombres, en su ya larga existencia de escritor, de insultos y vituperios a granel. Ora en su «Juventud Egolatría», bien en su «Mundo es Ansí», en «Silvestre Paradox» o en «Horas solitarias», las frases de desprecio y de burla a nuestra tierra se suceden en una página y en otra. A este hombre sombrío, la idea de que la raza nórdica es superior y de que los levantinos somos unos «chimpancés», se le ha subido a la cabeza. Profundamente democrático, hasta anarquista en algunos libros («Aurora Roja»), tiene enérgico empeño en sentirse superior y emparentarse con antepasados que en el cuaternario conocían la teoría de la relatividad, vertían de «frac» y se reunían en sus «clubs a la sombra de los grandes árboles». En cambio el miserable «chimpancé» levantino, cuando todo el centro de Europa era una selva abrupta y el hombre andaba a cuatro pies, ya había creado y destruido la civilización crètense, la egipcia, la babilónica, la griega, y había producido a Pericles, a Demóstenes, a Platón, a Aristóteles, a Praxiteles y a Sócrates. En cuanto al señor Valle Inclán, que piadosamente pone en duda la muerte de Blasco, por creerla un «bluf» más, le vemos de poco tiempo a esta parte muy neoyorquizado, muy siglo «Ollywood», en materia de llamar la atención. Si el «black-botón», el «charlestón» y todas esas danzas modernas necesitaran un digno representante en el mundo de las letras, elegirían sin duda a Valle Inclán. Sería de ver a este nuevo «barba de estopa», con su brazo hueco (lo del segundo «manco ilustre", decididamente ofende a los mancos auténticos y a la gloria), su voz campanuda y su aspecto de «covachuolista», dislocando las piernas y «esperpenteando» posturas. A nosotros no nos molestan las críticas en esta hora de dolor. Prueban además la fortaleza de corazón de los que reaccionan contra la estupidez de miles y miles de españoles y extranjeros que lloran la muerte del gran valenciano. Baroja y Valle Inclán, con su desenfado falsamente juvenil (no es joven quien quiere, sino quién puede) ponen una fea nota «clownesca» en medio del dolor general. Ellos no se enteran, по han querido enterarse que nosotros lloramos a don Vicente Blasco Ibáñez, al creador de Valencia, hecha a su imagen y semejanza al Gran Capitán de los ejércitos republicanos, al que en horas de angustia mientras esos «principes» de la escala zoológica de ambolaban su hipocondría, uno insultando desde las butacas de un teatro a una ilustre mujer y otro dando opiniones en revistas deportivas -abandonó su retiro de paz para poner su pluma y su corazón al servicio de una gran causa.” 0611 Francisco Fuster nos cuenta una de las etapas donde Blasco si mantuvo unos lazos amistosos con grandes figuras de la literatura durante su estancia en París en 1924: 0612 “En la capital francesa Blasco se encontró con un nutrido grupo de paisanos y viejos conocidos suyos, la mayoría de ellos de tendencia republicana. Allí estaban, además de Unamuno, los abogados y políticos Santiago Alba i Eduardo Ortega y Gasset, o los periodistas Carlos Esplá i Francisco Madrid, entre otros exiliados que acostumbraban a reunirse en el café de la Rotonde, en pleno Barrio Latino, donde mantenían una tertulia que se convirtió en una «especie de cuartel general de la resistencia a la dictadura, donde se reúnen los españoles desterrados y particularmente el Comité Revolucionario de París, calificación solemne atribuida por Primo de Rivera»” 0613 Blasco no convencía a su generación literaria pero entusiasmaba a un público ávido de emociones y encima, tal como sostiene Dolores Thion Soriano-Mollá en “Novelas con buena estrella: las traducciones de Vicente Blasco Ibáñez en Francia” parece que la buena estrella sonreía a Blasco: 0614 “…la novela del realismo y del naturalismo españoles en Francia entre 1880 y 1916, concluíamos que cuanti­tativamente las obras traducidas a la lengua francesa son relativamente pocas, con solo una veintena de títulos, frente a los centenares de volúmenes edita­dos en aquellos treinta y seis años.” “…el autor mejor representado en lengua francesa entre 1880 y 1914 fuese Vicente Blasco Ibáñez.” [0615] El propio Blasco nos cuenta como fueron sus primeros intentos de publicación en Francia: [0616] “Tuvieron que pasar ocho años para que Terres maudites (La barraca), que es una obra muy fuerte y hermosa, agotara su primera tirada de 2.500 ejemplares, y Calmann Lévy [importante editor francés] me dijo una vez: "Si pensara como un hombre de negocios, no imprimiría más obras de Blasco. Los libros que no se venden no son cosa de librerías.” (0617) ¿Y qué pasó para que el autor valenciano empezase a vender libros como churros en Francia? Sencillamente, un libro suyo cayó en las manos de George Hérelle, profesor del Liceo de Bayona y célebre traductor, quien se enamoró de la obra a primera vista. Hérelle insistió en comunicarse con Blasco, ya que este no respondió a sus primeras cartas. Hérelle fue un gran baluarte para la introducción del novelista en la pren­sa francesa, como plataforma de difusión de sus traducciones y de publicidad indirecta a través de las reseñas y críticas, las cuales fueron apareciendo en Le Temps y en Le Siécle, entre otras. Pero una vez franqueadas las primeras puer­tas con la salida de La barraca, las demás cabeceras fueron poco a poco aten­diendo las siguientes traducciones. Nos encontramos ante un caso interesante de subordinación del autor al traductor, y no únicamente por un simple retoricismo o por una falta de interés. A pesar del limitado conocimiento de francés que tenía Blasco en aquel entonces, le confesó a Hérelle que valoraba enormemente las brillantes versiones de su obra, argumentando que Hérelle tenía más renombre como traductor que él como autor. Después de haber ajustado, entre otras cosas, los primeros capítulos en la versión francesa de La barraca, el autor, lleno de entusiasmo, comunicaba lo siguiente a su traductor: (0618) “La barraca gana más y resulta mejor que en el original, lo que pocas veces se ve en las obras traducidas. Todas las modificaciones que usted marca en su carta y que he compulsado en el original de la traducción, parecen acertadísimas. Es usted un artista, más aún que un traductor, y sabe dar el golpe maestro que embellece la obra.” 0619 Así empezó a manar dinero del sifón francés, y Blasco siempre conservó ese afán por el dinero fácil. La profesora de Traducción Especializada de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla Inmaculada Serón descubrió en 2010 como tras el seudónimo R. Martínez Lafuente se escondía el mismísimo Blasco Ibáñez y, en menor medida, Fernando Llorca Die, yerno del novelista y socio, junto con Francisco Sempere Masiá de su editorial Prometeo. Leíamos la noticia en varios medios, curiosamente con el 33 como bandera: (0620) “El escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez creó un pseudónimo bajo el cual firmó traducciones al español de obras de William Shakespeare que fueron “copiadas” de otras adaptaciones realizadas anteriormente, según desvela en El País la profesora de Traducción Especializada de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla Inmaculada Serón. …en esas cartas, en las que el autor, político y periodista valenciano se refiere al plan de traducción: “Hay que ver lo que representa dar todo Shakespeare en tan poco precio y con obras desconocidas en su mayoría. Yo, tomando de unas ediciones y otras (sobre todo valiéndome de una edición antigua), tengo 33 dramas en español corregidos. Solo habrá que traducir tres a última hora, en el último tomo”, manifestaba Blasco.” (0621) Para el que no lo sepa este número representa la edad de la Maestría en la Iniciación de Jesús (su muerte, resurrección y ascensión), aparte de otros detalles esotéricos. El "33" simboliza el grado alto de consciencia espiritual por parte del ser humano”. Cuando hablamos de masones, y Blasco lo era, el 33 es el número de los maestros iniciados, el más alto grado dentro de la masonería. El 33 no se puede descomponer en una sola cifra ya que pertenece al grupo de los números maestros. En numerología están los números básicos que van del 1 hasta el 9 y luego números especiales que no se pueden reducir a una sola cifra, números llamados “maestros” 11, 22, 33. Si reducimos el 11 a un único dígito obtenemos el 2 (11=1+1=2) con lo que conseguimos es la perfecta combinación de la mayor energía masculina que se concentra en el 1 (Zeus) con la mayor energía femenina que se encuentra en el dos (Hera). Dicha unión supone que la energía que emana el once supera a cualquier otra numeración pese a que las energías del 1 y del 2 son totalmente opuestas. El número maestro 33 combina los poderes más competentes de expresión y realización (la del número 3) con el maestro y el tutor por excelencia, el 6. El rosario islámico tiene 33 cuentas. En la mitología hindú el 33 expresa perfección. Una de las cifras preferidas de todo masón que se precie y que desea lucir dentro de su estrella de seis puntas. Su verdadera esencia constituye la última etapa en la evolución espiritual, el Maestro de maestros. El 33 es el número maestro que en su perfección no se puede transformar en un 6. Tenemos un 6 infértil, un 6 egoista, un 6 que no es humano sino inhumano, del demonio del ego. Ese 33 representa plenamente a Blasco Ibáñez, en su maestría, en su autoidolatria, en su soberbia que lo impulsaba a ganar más y más dinero. 0622 El periodista José María Carretero Novillo más conocido como “el caballero audaz” nos describe en el libro que dedicó a Blasco como muchas de sus obras recordarían a otras anteriores. (Video Berlanga parte 2 50:07 a 50:18 Zola.mp4) 0623 “Yo le sabía en París amargado, contrariado. Los franceses no le conocían. El que más sabe de él, le cree un mediano imitador de Zola, cuya forma plagia: un discípulo de esos que ponen en ridículo al maestro. Allí nadie ignora que firmó como suyas las traducciones de Michelet, que en- tró a saco en «Salambó» para escribir su «Sónnica»; en Picabea para su «Catedral»; en «El Toreo», de Abreu, para su «Sangre y Arena», y en «Brujas la muerta» para «La Maja desnuda».” (0624) El reportero Enrique González Fiol (El Bachiller Corchuelo) a principios del año 1911 entrevistó a Blasco y allí podíamos escuchar en boca del propio escritor sobre su amor al dinero: (0625) “El artista debe aspirar á enriquecerse. Cuanto más dinero posea, con más comodidad puede laborar, mayor cultura podrá adquirir, mayores facilidades hallará para buscar impresiones. No hay nada que atrofie tanto la imaginación y aun la retina, como la vida sedentaria, cual es morar siempre en una misma localidad. El artista y particularmente el escritor, debe cambiar frecuentemente de horizontes físicos y sociales. De este modo, impresiones y sensaciones que cuando se permanece en un sitio, no llegan á percibirse, durante la ausencia parece como que se revelan y adquieren relieve y colorido, y al regresar, lo que dejamos tiene algo de novedad é impresiona mejor. Y el viajar cuesta mucho dinero…” (aqui hay dos videos de aquel partido “Suzanne Lenglen vs Helen Wills - 1926 Cannes, France.mp4” y “Suzanne Lenglen, Helen Wills at the French Tennis Tournament in 1926.mp4”) (0626) Nos cuentan otra anécdota pecuniaria sobre Blasco en un texto recogido en la web casa museo Blasco Ibáñez titulado «el partido del siglo»: (0627) “Uno de los retratos más amenos e interesantes de la existencia y las relaciones personales de Blasco Ibáñez durante sus años en la Costa Azul, es el que incorporó Josep Pla en su famosa colección de semblanzas Homenots. A través de él, el lector puede seguir los pasos de Blasco por ambientes bien distintos a los que alimentaron, por ejemplo, la imaginación creadora plasmada en sus novelas y cuentos valencianos. El mismo Pla verificaría de primera mano cómo el éxito y, en consecuencia, la bonanza económica habían contribuido decisivamente en los nuevos hábitos diarios del novelista, así como influyeron en la orientación de su literatura. Y fue también Pla quien refirió una anécdota que ponía de manifiesto la popularidad internacional del autor valenciano: Estaban a punto de empezar en Cannes los partidos internacionales de tenis de la Copa Davis. En el curso de la comida Blasco se sacó un telegrama del bolsillo. Era un telegrama de un sindicato de diarios americanos que ofrecía al autor de La barraca setecientos dólares por cada telegrama que tuviera a bien enviarlos sobre los partidos del concurso que señalábamos. ¿Aceptaría Blasco un ofrecimiento que, de forma puntual, le iba a transformar en comentarista deportivo? Teniendo en cuenta que el novelista confesó no tener idea alguna del citado deporte, tanto Plá como los ilustres comensales que le acompañaban a la mesa en el Café de París, quedaron extrañados por el cariz de su respuesta: «La proposición se tiene que aceptar aunque solo sea por cortesía. Haré los telegramas». Sobre tal escrito o escritos y su autoría Josep Pla arrojó una sombra de duda, al decir: «Blasco no hizo los telegramas, pero los hizo hacer a otro, los firmó y los cobró. Lo único desagradable es que tuvo que ir a Cannes y asistir a los partidos».” 0628 Blasco Ibáñez murió rodeado de lujos en un entorno de lujo. Siempre apreció el dinero como podemos leer en un breve artículo de 1916 que abrió la sección ¿Cómo y cuándo ganó usted su primera peseta? de la revista madrileña La Semana: 0629 “Mi primera peseta fué doble y me la dió la Iglesia. Para los que conocen mis ideas esto exige una pronta explicación. Tenía yo nueve años, estaba en un colegio de Valencia. El maestro de música había formado un coro con los alumnos de mejor voz, y entre ellos figuraba como tenor el que esto escribe… …Muchos años después, al leer en Aristófanes otros autores griegos la descripción de las Tesmóforias, fiestas en honor de las diosas, a las que sólo asistían las mujeres, me he acordado del mes de María en la parroquia de San Bartolomé. Pero el diablo, envidioso de los ángeles que cantaban en las alturas, rondaba en torno de ellos, sugeriéndoles las más perversas intenciones. …Empezábamos a perder el recuerdo de estas nueve tardes de diversión, cuando el maestro de música nos hizo comparecer ante una mesa adornada con una pequeña columna de monedas blancas... Y empezó el reparto: dos pesetas por cantor. Salimos a menos de real por función; la Iglesia no se corría mucho al retribuir loores María. Pero nosotros quedamos estupefactos ante la inesperada evidencia de que nuestras gargantas valían dinero…(poner video Belcebú.mp4) En Carnaval me disfrazaba de demonio, alquilando en una ropería el vestido más costoso; en cada estación exigía nuevos trajes, ante el menor intento de resistencia, exclamaba amargamente: «Y las dos pesetas?»…” (069c Blasco demonio Benlliure desde Italia.jpg)(video Moloch, from Calabria (1914).mp4) (0630) José Jerique corresponsal de Le Figaro escribe “Desde Montecarlo: una visita a Blasco Ibáñez”: (0631) “—Realmente, Los cuatro jinetes del Apocalipsis (0631a)—dice el maestro— (0631b) es uno de mis mejores éxitos. “…Vendí los derechos de traducción a una de las casas editoriales más reputadas de Nueva York. Recibí dos ejemplares de la traducción, con el título The Four Horsemen of the Apocalypse, hermosa edición, elegantemente impresa y encuadernada, a dos dólares ejemplar. Pasaron dos meses y un día recibí un fajo enorme de cartas de los Estados Unidos, de misses, que pedían mi retrato y me preguntaban si yo era yo.” “…En octubre habían salido veinte ediciones, y desde entonces la venta es de 20 o 30 mil ejemplares por mes. Los agentes literarios y los editores envidiosos del mío se encargan de hacerme saber la marcha vertiginosa del libro. Hoy van vendidos más de doscientos mil ejemplares, y muchos me dicen que llegará a trescientos mil. ¡A dos dólares! Mi éxito es fulminante, si se quiere brutal, que, como ves, me tiene aturdido…” (0631c) “—¿Y el éxito pecuniario? (0631d) —Es lo amargo. Mis anteriores novelas las cedí en un 15 por 100 cada ejemplar. En esta me dieron mil dólares por los derechos. No ha sido buen negocio. De haber hecho como con las anteriores, el 15 por 100 representaría una fortuna: trescientas mil pesetas. Siempre el dinero de la literatura parece embrujado. Cuando se le espera no viene, y cuando viene inesperadamente, tuerce el camino y va al bolsillo de otro. No puedo, sin embargo, quejarme, porque mis editores son unos caballeros. Hace pocos días recibí un cable que empezaba así: «Dígnese aceptar, como compensación, el regalo de…» Hay que advertir que yo no me había quejado. ¿Y la forma del envío? ¡Unos caballeros! (0631e) —Y ¿cuánto? Blasco Ibáñez hace un gesto. Y añade: (0631f) —Eso solo puede interesarme a mí, y estoy satisfecho. Además, si los Cuatro jinetes siguen galopando por todos los Estados Unidos espero que lleguen otros cables como este.” (0632) Vicente Molina Foix nos habla de su negro de Cuenca en el articulo “Blasco Ibáñez, entre Galdós y Pla”: (0633)“Comparado por tanto con Azorín, con Valle-Inclán o Unamuno, Blasco Ibáñez no tenía acomodo en aquel parnaso de grandes artífices de la lengua. Pero Blasco era consciente de tal cortapisa, “la carcoma de su vida”. Y como en Madrid, si creemos el relato de Josep Plá, al valenciano se le tomaba por “un escritor basto”, en la última década de su vida, ya multimillonario, Blasco tuvo albergado full time en su lujosa villa de Mentón, junto a los mecánicos de sus grandes coches, las gobernantas y los cocineros de más postín, a un ex seminarista de Cuenca en calidad de secretario perpetuo. O más que eso. Según Plá, a Blasco le indignaba que a Pío Baroja, por citar a un rival de escritura no muy depurada, sus colegas le perdonasen “las más grandes extorsiones al espíritu de la lengua”, mientras él se veía obligado a demostrar a diario que era un escritor “situado dentro del diccionario y de la Gramática de la Academia, que sabía que el verbo haber se escribe con h”. De ahí la contratación del mortecino pero escrupuloso corrector, “que se encargaba del pluscuamperfecto” (Plá dixit) en cada una de las páginas de cada una de sus numerosas novelas de los últimos años, más impecables gramatical y sintácticamente pero “hervidas y evaporadas” después de pasar por las manos conquenses.” (0634) En honor a la verdad los últimos años del escritor fueron años de enfermedad como podemos leer en la revista número 2 de estudios sobre Blasco Ibáñez: (0635) “Esto es, más allá de la gloria y la bonanza económica, en el ánimo del escritor se alojaba una tristeza inconfesable que, en primera instancia, cabría atribuir a unos problemas de salud. Recordemos que en 1907 Blasco acude al balneario de Vichy para probar los efectos benéficos de sus aguas, atendiendo a las recomendaciones de su médico sobre una posible dolencia hepática. Si por aquel entonces su estancia en dicha estación termal sería la primera etapa de un largo viaje hasta Constantinopla, cuyo itinerario quedó plasmado en el libro Oriente (1907), un año después escribe desde la misma ciudad francesa informando a su esposa del tratamiento que está recibiendo para afrontar su diabetes. Se trataba de una dolencia que le afectó física y psicológicamente, determinando sus costumbres y aficiones. En principio, tuvo que refrenar su apetito y limitar su dependencia del tabaco. Hacia 1914 el seguimiento de la dieta empezó a dar sus resultados. Sin embargo, la enfermedad se le recrudeció en 1916, siendo uno de los motivos por los que eligió la Costa Azul como futuro lugar de residencia. Ahora bien, la evolución progresiva de la diabetes le produjo una hemorragia en su ojo derecho cuyos efectos no logró mitigar una operación de retina. Así, en su correspondencia privada de 1927, se refleja el impacto que los problemas oculares estaban dejando en su misma forma de trabajar. Condicionado por la salud y con signos evidentes de vejez prematura, el escritor necesita contar con el apoyo de un secretario al que le dicta sus invenciones sin poder controlar su innata facundia.” (0636) Nosotros, desde Buscadores de la verdad, estamos realizando este trabajo de investigación de forma totalmente altruista. No pretendemos arruinarle a nadie su reputación ni mucho menos difamar, pero es que el alma de las personas a veces no deja lugar a dudas como bien expresó Josep Plá: (0637) “Blasco vivía en este mundo en medio de un proceso alternado de melancolía depresiva y de exaltación verbal. Tan pronto parecía un búho moribundo como un emperador romano febricitante. Era un mundo para él totalmente ininteligible, como él era ininteligible para la gente que le rodeaba.” “Cuando hablo de la ininteligibilidad de los elementos de ese mundo, quiero decir que Blasco no era entendido ni cuando hablaba. Su castellano hacía morir de risa, y su francés era el de una vaca española. Tendía a convertir la lengua de Cervantes y de Racine en espesos y extravagantes patois. Lo que sabía realmente –era lo único que sabía– era el magnífico valenciano de su madre –y por eso cuando trataba de hacerse entender lo hacía en función del valenciano. El resultado era abracadabrante, pero inescamoteable; no se habría podido producir otro. A veces se producían situaciones auténticamente cómicas, situaciones ocasionadas por momentáneos desinflamientos del sentido del ridículo, que provocaban en las fisonomías de sus interlocutores risitas nunca suficientemente vagosas para no ser sarcásticas. El escritor entraba en la natural depresión anímica y hacía algo curioso: de vez en cuando daba una mirada de reojo a la roseta de la Legión de Honor que llevaba al ojal de la solapa (esquina izquierda) de su americana. Sin duda la contemplación del honor objetivizado en un botoncito rojo le producía una sensación de seguridad y contribuía a mantenerle los espíritus en una posición tensa.” ……………………………………………………………………………………………………. Enlaces citados en el podcast: Bibliografia completa https://www.cervantesvirtual.com/portales/vicente_blasco_ibanez/su_obra_bibliografia/ Cronología de Vicente Blasco Ibáñez https://www.cervantesvirtual.com/portales/vicente_blasco_ibanez/autor_cronologia/#anyo_1900 Cronologia literaria Blasco Ibáñez https://anyblascoibanez.gva.es/va/cronologia-literaria Time line de su vida https://www.timetoast.com/timelines/vicente-blasco-ibanez-5ac50faf-ff35-40dd-be42-708435362932 Galeria de imágenes https://www.google.com/imgres?imgurl=https%3A%2F%2Fwww.cervantesvirtual.com%2Fimages%2Fportales%2Fvicente_blasco_ibanez%2Fgraf%2Fcronologia%2F03_cro_blasco_ibanez_retrato_1018_s.jpg&tbnid=s0ix0VfxLAJ4aM&vet=12ahUKEwi45LKn8vr-AhVYmycCHf1fDVMQMygkegUIARDGAQ..i&imgrefurl=https%3A%2F%2Fwww.cervantesvirtual.com%2Fportales%2Fvicente_blasco_ibanez%2Fautor_cronologia%2F&docid=rpcl3y5OiYotjM&w=301&h=450&q=Mar%C3%ADa%20Blasco%20blasco%20iba%C3%B1ez&hl=es&client=firefox-b-d&ved=2ahUKEwi45LKn8vr-AhVYmycCHf1fDVMQMygkegUIARDGAQ …… Capitulo 6 Joan Fuster sobre blasco. https://annanoticies.com/wp-content/uploads/2022/04/0-PORT.PROLOG.pdf https://annanoticies.com/wp-content/uploads/2022/04/I-FUSTER-BLASCO_compressed.pdf https://annanoticies.com/wp-content/uploads/2022/04/2-BLASCO-FUSTER_compressed.pdf https://annanoticies.com/wp-content/uploads/2022/04/3-ACCIO-BLASCO_compressed.pdf Blasco Ibáñez i la Generació del 98 https://roderic.uv.es/bitstream/handle/10550/85159/05_Fuster_Espill-66.pdf?sequence=1 El Pueblo : diario...: diario republicano de Valencia - Año XXXVI Número 12451 - 1928 enero 30 (30/01/1928) https://prensahistorica.mcu.es/es/consulta/registro.do?id=11000220299 Blasco Ibáñez en francés: Una aproximación. Mª del Pilar Blanco García https://web.ua.es/es/histrad/documentos/las-letras-valencianas/09-blasco-ibanez-en-frances-pilar-blanco.pdf Novelas con buena estrella: las traducciones de Vicente Blasco Ibáñez en Francia / Dolores Thion Soriano-Mollá https://www.cervantesvirtual.com/obra/novelas-con-buena-estrella-las-traducciones-de-vicente-blasco-ibanez-en-francia-1134842/ https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwi195WHydL-AhWM76QKHbDrAhgQFnoECAsQAQ&url=https%3A%2F%2Fwww.letrasgalegas.org%2FdescargaPdf%2Fnovelas-con-buena-estrella-las-traducciones-de-vicente-blasco-ibanez-en-francia-1134842%2F&usg=AOvVaw39ihgL0DXzCrwzrVW_ETt8 Blasco Ibáñez plagió obras de Shakespeare https://www.elperiodicomediterraneo.com/sociedad/2014/03/13/blasco-ibanez-plagio-obras-shakespeare-41913070.html Blasco Ibáñez plagió traducciones de Shakespeare https://www.levante-emv.com/cultura/2014/03/12/blasco-ibanez-plagio-traducciones-shakespeare-12793600.html Cultura: El plagio de Blasco Ibáñez https://www.ivoox.com/cultura-el-plagio-blasco-ibanez-audios-mp3_rf_2919989_1.html Blasco Ibáñez plagió traducciones de Shakespeare con un seudónimo https://www.elmundo.es/comunidad- valenciana/2014/03/12/532088e022601d96078b4574.html Sobre imitación literaria Baroja y Blasco Ibáñez https://helvia.uco.es/bitstream/handle/10396/16668/8.pdf?sequence=3&isAllowed=y Muocas; crítica y sátira Autor:Emilio Bobadilla pag 277 (plagio de la obra EL PROBLEMA NACIONAL de RICARDO MACIAS PICAVEA sobre la decadencia nacional para ponerlo en La Catedral) https://books.google.es/books?hl=es&id=2hGEUkKrbqEC&focus=searchwithinvolume&q=Catedral José María Carretero Novillo https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Mar%C3%ADa_Carretero_Novillo EL NOVELISTA QUE VENDIO A SU PATRIA O TARTARIN, REVOLUCIONARIO. (TRISTE HISTORIA DE ACTUALIDAD) https://www.iberlibro.com/NOVELISTA-VENDIO-PATRIA-TARTARIN-REVOLUCIONARIO-TRISTE/972584489/bd LA FERTILIDAD DEL 42, LA INFERTILIDAD DEL 33 Y EL HOMBRE COMO UN 6 https://tecnicopreocupado.com/2023/01/01/la-fertilidad-del-42-la-infertilidad-del-33-y-el-hombre-como-un-6/ Confesiones, 1911- Parte I http://elargonautavalenciano.blogspot.com/search/label/A%C3%B1o%201911 BI en «el partido del siglo» http://www.casamuseoblascoibanez.es/bi-en-el-partido-del-siglo/ Suzanne Lenglen vs Helen Wills - 1926 Cannes, France https://www.youtube.com/watch?v=8HSsH7V3Ml8 Suzanne Lenglen, Helen Wills at the French Tennis Tournament in 1926 https://www.youtube.com/watch?v=XOlbEpMlumA Su primera peseta http://elargonautavalenciano.blogspot.com/search/label/A%C3%B1o%201876 José Jerique Desde Montecarlo: una visita a Blasco Ibáñez https://www.casamuseoblascoibanez.es/wp-content/uploads/2021/02/Jose-Jerique-Desde-Montecarlo.-Una-visita-a-Blasco-Ibanez-El-Figaro-1919-3-6.pdf REVISTA DE ESTUDIOS SOBRE BLASCO IBÁÑEZ. Revista numero 2 http://www.casamuseoblascoibanez.es/wp-content/uploads/2018/01/Revista-n%C2%BA2.pdf Blasco Ibáñez, entre Galdós y Pla https://letraslibres.com/revista/blasco-ibanez-entre-galdos-y-pla/ Así pues, cuando hablo de la obra literaria de este autor... (Josep Pla i Casadevall, Casa museo de Vicent Blasco Ibáñez) https://www.endrets.cat/obres/homenots-tercera-serie/1113 Revista La Semana 20-5-1916 https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/viewer?id=04f77d5d-5d62-45e6-b598-bd52eeb7e01a
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06 El iniciado exiliado del 98 (0601) Joan Fuster, otro de los más reconocidos escritores valencianos, decía sobre Blasco Ibáñez: (0602) “A Blasco le ocurrió que, por una circunstancia cronológica clara, no fue ni carne ni pescado: ni del siglo XIX ni del siglo XX. Su mismo naturalismo resultaba «anacrónico»: tardío respecto de doña Emilia Pardo-Bazán, por ejemplo, y demodé cuando Azorín, Valle-Inclán y Baroja ganaban terreno…” (0603) Y es que prácticamente todos los escritores de la llamada generación del 98 se llevaron mal con Blasco y su nombre no está ligado a la generación que por méritos y año de nacimiento le correspondería. En “Blasco Ibáñez i la Generació del 98” de Francisco Fuster podemos leer: (0604) “Blasco tenía tres años menos que Miguel de Unamuno, dos menos que Ángel Ganivet, uno menos que Ramón María del Valle-Inclán, cinco más que Pío Baroja, seis más que Azorín, siete más que Ramiro de Maeztu y ocho más que Antonio Machado. Fue, por lo tanto, coetáneo de los autores citados, a la mayoría de los cuales, además, conoció personalmente…” “…a la altura de 1905, Blasco Ibáñez era, después de Galdós, «el novelista que más vendía en España, alcanzando tiradas que, como hemos visto, eran superiores a los 15.000 ejemplares»…” (0605) El público se casaba con Blasco pero la crítica y los literatos coetáneos no lo podían ni ver. [0606] “Por desgracia para él, y a pesar del incontestable de su triunfo comercial, sus novelas fueron tan bien recibidas por el público, como despreciadas por la crítica, que puso objeciones a su estilo, que juzgó de precipitado o poco elaborado, e incluso al uso de un castellano que, al estar influido por su bilingüismo, también fue tildado de incorrecto. En el caso concreto de su relación con el 98, la diferencia entre Blasco y los miembros canónicos de esa generación es que fueron estos los que, por diferentes razones, le lanzaron ataques personales o, en el mejor de los casos, mantuvieron con él una relación cordial que, sin embargo, nunca llegó al grado de la amistad. Por su parte, y ante las diferentes muestras de desconsideración que recibió de todos ellos, Blasco optó, casi siempre, por un elegante silencio…” 0607 Uno de sus archienemigos fue Pio Baroja. Coincidieron en un restaurante en París en 1913 como ya les contamos en el capítulo 4: 0608 “Diez años más tarde me aseguraba [Blasco Ibáñez] en París, en el café la Closerie des Lilas: «Que digan que yo soy un autor bueno o malo, me tiene sin cuidado. Lo que es evidente es que yo soy el escritor mundial que gana más dinero de la época»” 0609 Tanto es así que una vez fallecido Blasco un grupo de artistas valencianos envió un telegrama a Valle-Inclán en el cual se lo acusaba de ser una «víbora» que había pretendido envenenar la obra blasquista. Aquel 30 de enero de 1928 el diario Pueblo incluía también, además del citado telegrama, un durísimo artículo, elocuentemente titulado «Gritos de alcantarilla», en el cual tanto Baroja como Valle-Inclán eran atacados e insultados por la redacción del periódico, dolida por la recientísima muerte de quien lo había fundado el 1894: (0610 )“El señor Baroja, hipocondríaco panadero que cuando deja la tahona escribe sus libros, con el mismo desgaire que si se tratara de confeccionar un pan de Viena o una «pataqueta de huertas, ha hecho objeto a Valencia y a sus hombres, en su ya larga existencia de escritor, de insultos y vituperios a granel. Ora en su «Juventud Egolatría», bien en su «Mundo es Ansí», en «Silvestre Paradox» o en «Horas solitarias», las frases de desprecio y de burla a nuestra tierra se suceden en una página y en otra. A este hombre sombrío, la idea de que la raza nórdica es superior y de que los levantinos somos unos «chimpancés», se le ha subido a la cabeza. Profundamente democrático, hasta anarquista en algunos libros («Aurora Roja»), tiene enérgico empeño en sentirse superior y emparentarse con antepasados que en el cuaternario conocían la teoría de la relatividad, vertían de «frac» y se reunían en sus «clubs a la sombra de los grandes árboles». En cambio el miserable «chimpancé» levantino, cuando todo el centro de Europa era una selva abrupta y el hombre andaba a cuatro pies, ya había creado y destruido la civilización crètense, la egipcia, la babilónica, la griega, y había producido a Pericles, a Demóstenes, a Platón, a Aristóteles, a Praxiteles y a Sócrates. En cuanto al señor Valle Inclán, que piadosamente pone en duda la muerte de Blasco, por creerla un «bluf» más, le vemos de poco tiempo a esta parte muy neoyorquizado, muy siglo «Ollywood», en materia de llamar la atención. Si el «black-botón», el «charlestón» y todas esas danzas modernas necesitaran un digno representante en el mundo de las letras, elegirían sin duda a Valle Inclán. Sería de ver a este nuevo «barba de estopa», con su brazo hueco (lo del segundo «manco ilustre", decididamente ofende a los mancos auténticos y a la gloria), su voz campanuda y su aspecto de «covachuolista», dislocando las piernas y «esperpenteando» posturas. A nosotros no nos molestan las críticas en esta hora de dolor. Prueban además la fortaleza de corazón de los que reaccionan contra la estupidez de miles y miles de españoles y extranjeros que lloran la muerte del gran valenciano. Baroja y Valle Inclán, con su desenfado falsamente juvenil (no es joven quien quiere, sino quién puede) ponen una fea nota «clownesca» en medio del dolor general. Ellos no se enteran, по han querido enterarse que nosotros lloramos a don Vicente Blasco Ibáñez, al creador de Valencia, hecha a su imagen y semejanza al Gran Capitán de los ejércitos republicanos, al que en horas de angustia mientras esos «principes» de la escala zoológica de ambolaban su hipocondría, uno insultando desde las butacas de un teatro a una ilustre mujer y otro dando opiniones en revistas deportivas -abandonó su retiro de paz para poner su pluma y su corazón al servicio de una gran causa.” 0611 Francisco Fuster nos cuenta una de las etapas donde Blasco si mantuvo unos lazos amistosos con grandes figuras de la literatura durante su estancia en París en 1924: 0612 “En la capital francesa Blasco se encontró con un nutrido grupo de paisanos y viejos conocidos suyos, la mayoría de ellos de tendencia republicana. Allí estaban, además de Unamuno, los abogados y políticos Santiago Alba i Eduardo Ortega y Gasset, o los periodistas Carlos Esplá i Francisco Madrid, entre otros exiliados que acostumbraban a reunirse en el café de la Rotonde, en pleno Barrio Latino, donde mantenían una tertulia que se convirtió en una «especie de cuartel general de la resistencia a la dictadura, donde se reúnen los españoles desterrados y particularmente el Comité Revolucionario de París, calificación solemne atribuida por Primo de Rivera»” 0613 Blasco no convencía a su generación literaria pero entusiasmaba a un público ávido de emociones y encima, tal como sostiene Dolores Thion Soriano-Mollá en “Novelas con buena estrella: las traducciones de Vicente Blasco Ibáñez en Francia” parece que la buena estrella sonreía a Blasco: 0614 “…la novela del realismo y del naturalismo españoles en Francia entre 1880 y 1916, concluíamos que cuanti­tativamente las obras traducidas a la lengua francesa son relativamente pocas, con solo una veintena de títulos, frente a los centenares de volúmenes edita­dos en aquellos treinta y seis años.” “…el autor mejor representado en lengua francesa entre 1880 y 1914 fuese Vicente Blasco Ibáñez.” [0615] El propio Blasco nos cuenta como fueron sus primeros intentos de publicación en Francia: [0616] “Tuvieron que pasar ocho años para que Terres maudites (La barraca), que es una obra muy fuerte y hermosa, agotara su primera tirada de 2.500 ejemplares, y Calmann Lévy [importante editor francés] me dijo una vez: "Si pensara como un hombre de negocios, no imprimiría más obras de Blasco. Los libros que no se venden no son cosa de librerías.” (0617) ¿Y qué pasó para que el autor valenciano empezase a vender libros como churros en Francia? Sencillamente, un libro suyo cayó en las manos de George Hérelle, profesor del Liceo de Bayona y célebre traductor, quien se enamoró de la obra a primera vista. Hérelle insistió en comunicarse con Blasco, ya que este no respondió a sus primeras cartas. Hérelle fue un gran baluarte para la introducción del novelista en la pren­sa francesa, como plataforma de difusión de sus traducciones y de publicidad indirecta a través de las reseñas y críticas, las cuales fueron apareciendo en Le Temps y en Le Siécle, entre otras. Pero una vez franqueadas las primeras puer­tas con la salida de La barraca, las demás cabeceras fueron poco a poco aten­diendo las siguientes traducciones. Nos encontramos ante un caso interesante de subordinación del autor al traductor, y no únicamente por un simple retoricismo o por una falta de interés. A pesar del limitado conocimiento de francés que tenía Blasco en aquel entonces, le confesó a Hérelle que valoraba enormemente las brillantes versiones de su obra, argumentando que Hérelle tenía más renombre como traductor que él como autor. Después de haber ajustado, entre otras cosas, los primeros capítulos en la versión francesa de La barraca, el autor, lleno de entusiasmo, comunicaba lo siguiente a su traductor: (0618) “La barraca gana más y resulta mejor que en el original, lo que pocas veces se ve en las obras traducidas. Todas las modificaciones que usted marca en su carta y que he compulsado en el original de la traducción, parecen acertadísimas. Es usted un artista, más aún que un traductor, y sabe dar el golpe maestro que embellece la obra.” 0619 Así empezó a manar dinero del sifón francés, y Blasco siempre conservó ese afán por el dinero fácil. La profesora de Traducción Especializada de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla Inmaculada Serón descubrió en 2010 como tras el seudónimo R. Martínez Lafuente se escondía el mismísimo Blasco Ibáñez y, en menor medida, Fernando Llorca Die, yerno del novelista y socio, junto con Francisco Sempere Masiá de su editorial Prometeo. Leíamos la noticia en varios medios, curiosamente con el 33 como bandera: (0620) “El escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez creó un pseudónimo bajo el cual firmó traducciones al español de obras de William Shakespeare que fueron “copiadas” de otras adaptaciones realizadas anteriormente, según desvela en El País la profesora de Traducción Especializada de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla Inmaculada Serón. …en esas cartas, en las que el autor, político y periodista valenciano se refiere al plan de traducción: “Hay que ver lo que representa dar todo Shakespeare en tan poco precio y con obras desconocidas en su mayoría. Yo, tomando de unas ediciones y otras (sobre todo valiéndome de una edición antigua), tengo 33 dramas en español corregidos. Solo habrá que traducir tres a última hora, en el último tomo”, manifestaba Blasco.” (0621) Para el que no lo sepa este número representa la edad de la Maestría en la Iniciación de Jesús (su muerte, resurrección y ascensión), aparte de otros detalles esotéricos. El "33" simboliza el grado alto de consciencia espiritual por parte del ser humano”. Cuando hablamos de masones, y Blasco lo era, el 33 es el número de los maestros iniciados, el más alto grado dentro de la masonería. El 33 no se puede descomponer en una sola cifra ya que pertenece al grupo de los números maestros. En numerología están los números básicos que van del 1 hasta el 9 y luego números especiales que no se pueden reducir a una sola cifra, números llamados “maestros” 11, 22, 33. Si reducimos el 11 a un único dígito obtenemos el 2 (11=1+1=2) con lo que conseguimos es la perfecta combinación de la mayor energía masculina que se concentra en el 1 (Zeus) con la mayor energía femenina que se encuentra en el dos (Hera). Dicha unión supone que la energía que emana el once supera a cualquier otra numeración pese a que las energías del 1 y del 2 son totalmente opuestas. El número maestro 33 combina los poderes más competentes de expresión y realización (la del número 3) con el maestro y el tutor por excelencia, el 6. El rosario islámico tiene 33 cuentas. En la mitología hindú el 33 expresa perfección. Una de las cifras preferidas de todo masón que se precie y que desea lucir dentro de su estrella de seis puntas. Su verdadera esencia constituye la última etapa en la evolución espiritual, el Maestro de maestros. El 33 es el número maestro que en su perfección no se puede transformar en un 6. Tenemos un 6 infértil, un 6 egoista, un 6 que no es humano sino inhumano, del demonio del ego. Ese 33 representa plenamente a Blasco Ibáñez, en su maestría, en su autoidolatria, en su soberbia que lo impulsaba a ganar más y más dinero. 0622 El periodista José María Carretero Novillo más conocido como “el caballero audaz” nos describe en el libro que dedicó a Blasco como muchas de sus obras recordarían a otras anteriores. (Video Berlanga parte 2 50:07 a 50:18 Zola.mp4) 0623 “Yo le sabía en París amargado, contrariado. Los franceses no le conocían. El que más sabe de él, le cree un mediano imitador de Zola, cuya forma plagia: un discípulo de esos que ponen en ridículo al maestro. Allí nadie ignora que firmó como suyas las traducciones de Michelet, que en- tró a saco en «Salambó» para escribir su «Sónnica»; en Picabea para su «Catedral»; en «El Toreo», de Abreu, para su «Sangre y Arena», y en «Brujas la muerta» para «La Maja desnuda».” (0624) El reportero Enrique González Fiol (El Bachiller Corchuelo) a principios del año 1911 entrevistó a Blasco y allí podíamos escuchar en boca del propio escritor sobre su amor al dinero: (0625) “El artista debe aspirar á enriquecerse. Cuanto más dinero posea, con más comodidad puede laborar, mayor cultura podrá adquirir, mayores facilidades hallará para buscar impresiones. No hay nada que atrofie tanto la imaginación y aun la retina, como la vida sedentaria, cual es morar siempre en una misma localidad. El artista y particularmente el escritor, debe cambiar frecuentemente de horizontes físicos y sociales. De este modo, impresiones y sensaciones que cuando se permanece en un sitio, no llegan á percibirse, durante la ausencia parece como que se revelan y adquieren relieve y colorido, y al regresar, lo que dejamos tiene algo de novedad é impresiona mejor. Y el viajar cuesta mucho dinero…” (aqui hay dos videos de aquel partido “Suzanne Lenglen vs Helen Wills - 1926 Cannes, France.mp4” y “Suzanne Lenglen, Helen Wills at the French Tennis Tournament in 1926.mp4”) (0626) Nos cuentan otra anécdota pecuniaria sobre Blasco en un texto recogido en la web casa museo Blasco Ibáñez titulado «el partido del siglo»: (0627) “Uno de los retratos más amenos e interesantes de la existencia y las relaciones personales de Blasco Ibáñez durante sus años en la Costa Azul, es el que incorporó Josep Pla en su famosa colección de semblanzas Homenots. A través de él, el lector puede seguir los pasos de Blasco por ambientes bien distintos a los que alimentaron, por ejemplo, la imaginación creadora plasmada en sus novelas y cuentos valencianos. El mismo Pla verificaría de primera mano cómo el éxito y, en consecuencia, la bonanza económica habían contribuido decisivamente en los nuevos hábitos diarios del novelista, así como influyeron en la orientación de su literatura. Y fue también Pla quien refirió una anécdota que ponía de manifiesto la popularidad internacional del autor valenciano: Estaban a punto de empezar en Cannes los partidos internacionales de tenis de la Copa Davis. En el curso de la comida Blasco se sacó un telegrama del bolsillo. Era un telegrama de un sindicato de diarios americanos que ofrecía al autor de La barraca setecientos dólares por cada telegrama que tuviera a bien enviarlos sobre los partidos del concurso que señalábamos. ¿Aceptaría Blasco un ofrecimiento que, de forma puntual, le iba a transformar en comentarista deportivo? Teniendo en cuenta que el novelista confesó no tener idea alguna del citado deporte, tanto Plá como los ilustres comensales que le acompañaban a la mesa en el Café de París, quedaron extrañados por el cariz de su respuesta: «La proposición se tiene que aceptar aunque solo sea por cortesía. Haré los telegramas». Sobre tal escrito o escritos y su autoría Josep Pla arrojó una sombra de duda, al decir: «Blasco no hizo los telegramas, pero los hizo hacer a otro, los firmó y los cobró. Lo único desagradable es que tuvo que ir a Cannes y asistir a los partidos».” 0628 Blasco Ibáñez murió rodeado de lujos en un entorno de lujo. Siempre apreció el dinero como podemos leer en un breve artículo de 1916 que abrió la sección ¿Cómo y cuándo ganó usted su primera peseta? de la revista madrileña La Semana: 0629 “Mi primera peseta fué doble y me la dió la Iglesia. Para los que conocen mis ideas esto exige una pronta explicación. Tenía yo nueve años, estaba en un colegio de Valencia. El maestro de música había formado un coro con los alumnos de mejor voz, y entre ellos figuraba como tenor el que esto escribe… …Muchos años después, al leer en Aristófanes otros autores griegos la descripción de las Tesmóforias, fiestas en honor de las diosas, a las que sólo asistían las mujeres, me he acordado del mes de María en la parroquia de San Bartolomé. Pero el diablo, envidioso de los ángeles que cantaban en las alturas, rondaba en torno de ellos, sugeriéndoles las más perversas intenciones. …Empezábamos a perder el recuerdo de estas nueve tardes de diversión, cuando el maestro de música nos hizo comparecer ante una mesa adornada con una pequeña columna de monedas blancas... Y empezó el reparto: dos pesetas por cantor. Salimos a menos de real por función; la Iglesia no se corría mucho al retribuir loores María. Pero nosotros quedamos estupefactos ante la inesperada evidencia de que nuestras gargantas valían dinero…(poner video Belcebú.mp4) En Carnaval me disfrazaba de demonio, alquilando en una ropería el vestido más costoso; en cada estación exigía nuevos trajes, ante el menor intento de resistencia, exclamaba amargamente: «Y las dos pesetas?»…” (069c Blasco demonio Benlliure desde Italia.jpg)(video Moloch, from Calabria (1914).mp4) (0630) José Jerique corresponsal de Le Figaro escribe “Desde Montecarlo: una visita a Blasco Ibáñez”: (0631) “—Realmente, Los cuatro jinetes del Apocalipsis (0631a)—dice el maestro— (0631b) es uno de mis mejores éxitos. “…Vendí los derechos de traducción a una de las casas editoriales más reputadas de Nueva York. Recibí dos ejemplares de la traducción, con el título The Four Horsemen of the Apocalypse, hermosa edición, elegantemente impresa y encuadernada, a dos dólares ejemplar. Pasaron dos meses y un día recibí un fajo enorme de cartas de los Estados Unidos, de misses, que pedían mi retrato y me preguntaban si yo era yo.” “…En octubre habían salido veinte ediciones, y desde entonces la venta es de 20 o 30 mil ejemplares por mes. Los agentes literarios y los editores envidiosos del mío se encargan de hacerme saber la marcha vertiginosa del libro. Hoy van vendidos más de doscientos mil ejemplares, y muchos me dicen que llegará a trescientos mil. ¡A dos dólares! Mi éxito es fulminante, si se quiere brutal, que, como ves, me tiene aturdido…” (0631c) “—¿Y el éxito pecuniario? (0631d) —Es lo amargo. Mis anteriores novelas las cedí en un 15 por 100 cada ejemplar. En esta me dieron mil dólares por los derechos. No ha sido buen negocio. De haber hecho como con las anteriores, el 15 por 100 representaría una fortuna: trescientas mil pesetas. Siempre el dinero de la literatura parece embrujado. Cuando se le espera no viene, y cuando viene inesperadamente, tuerce el camino y va al bolsillo de otro. No puedo, sin embargo, quejarme, porque mis editores son unos caballeros. Hace pocos días recibí un cable que empezaba así: «Dígnese aceptar, como compensación, el regalo de…» Hay que advertir que yo no me había quejado. ¿Y la forma del envío? ¡Unos caballeros! (0631e) —Y ¿cuánto? Blasco Ibáñez hace un gesto. Y añade: (0631f) —Eso solo puede interesarme a mí, y estoy satisfecho. Además, si los Cuatro jinetes siguen galopando por todos los Estados Unidos espero que lleguen otros cables como este.” (0632) Vicente Molina Foix nos habla de su negro de Cuenca en el articulo “Blasco Ibáñez, entre Galdós y Pla”: (0633)“Comparado por tanto con Azorín, con Valle-Inclán o Unamuno, Blasco Ibáñez no tenía acomodo en aquel parnaso de grandes artífices de la lengua. Pero Blasco era consciente de tal cortapisa, “la carcoma de su vida”. Y como en Madrid, si creemos el relato de Josep Plá, al valenciano se le tomaba por “un escritor basto”, en la última década de su vida, ya multimillonario, Blasco tuvo albergado full time en su lujosa villa de Mentón, junto a los mecánicos de sus grandes coches, las gobernantas y los cocineros de más postín, a un ex seminarista de Cuenca en calidad de secretario perpetuo. O más que eso. Según Plá, a Blasco le indignaba que a Pío Baroja, por citar a un rival de escritura no muy depurada, sus colegas le perdonasen “las más grandes extorsiones al espíritu de la lengua”, mientras él se veía obligado a demostrar a diario que era un escritor “situado dentro del diccionario y de la Gramática de la Academia, que sabía que el verbo haber se escribe con h”. De ahí la contratación del mortecino pero escrupuloso corrector, “que se encargaba del pluscuamperfecto” (Plá dixit) en cada una de las páginas de cada una de sus numerosas novelas de los últimos años, más impecables gramatical y sintácticamente pero “hervidas y evaporadas” después de pasar por las manos conquenses.” (0634) En honor a la verdad los últimos años del escritor fueron años de enfermedad como podemos leer en la revista número 2 de estudios sobre Blasco Ibáñez: (0635) “Esto es, más allá de la gloria y la bonanza económica, en el ánimo del escritor se alojaba una tristeza inconfesable que, en primera instancia, cabría atribuir a unos problemas de salud. Recordemos que en 1907 Blasco acude al balneario de Vichy para probar los efectos benéficos de sus aguas, atendiendo a las recomendaciones de su médico sobre una posible dolencia hepática. Si por aquel entonces su estancia en dicha estación termal sería la primera etapa de un largo viaje hasta Constantinopla, cuyo itinerario quedó plasmado en el libro Oriente (1907), un año después escribe desde la misma ciudad francesa informando a su esposa del tratamiento que está recibiendo para afrontar su diabetes. Se trataba de una dolencia que le afectó física y psicológicamente, determinando sus costumbres y aficiones. En principio, tuvo que refrenar su apetito y limitar su dependencia del tabaco. Hacia 1914 el seguimiento de la dieta empezó a dar sus resultados. Sin embargo, la enfermedad se le recrudeció en 1916, siendo uno de los motivos por los que eligió la Costa Azul como futuro lugar de residencia. Ahora bien, la evolución progresiva de la diabetes le produjo una hemorragia en su ojo derecho cuyos efectos no logró mitigar una operación de retina. Así, en su correspondencia privada de 1927, se refleja el impacto que los problemas oculares estaban dejando en su misma forma de trabajar. Condicionado por la salud y con signos evidentes de vejez prematura, el escritor necesita contar con el apoyo de un secretario al que le dicta sus invenciones sin poder controlar su innata facundia.” (0636) Nosotros, desde Buscadores de la verdad, estamos realizando este trabajo de investigación de forma totalmente altruista. No pretendemos arruinarle a nadie su reputación ni mucho menos difamar, pero es que el alma de las personas a veces no deja lugar a dudas como bien expresó Josep Plá: (0637) “Blasco vivía en este mundo en medio de un proceso alternado de melancolía depresiva y de exaltación verbal. Tan pronto parecía un búho moribundo como un emperador romano febricitante. Era un mundo para él totalmente ininteligible, como él era ininteligible para la gente que le rodeaba.” “Cuando hablo de la ininteligibilidad de los elementos de ese mundo, quiero decir que Blasco no era entendido ni cuando hablaba. Su castellano hacía morir de risa, y su francés era el de una vaca española. Tendía a convertir la lengua de Cervantes y de Racine en espesos y extravagantes patois. Lo que sabía realmente –era lo único que sabía– era el magnífico valenciano de su madre –y por eso cuando trataba de hacerse entender lo hacía en función del valenciano. El resultado era abracadabrante, pero inescamoteable; no se habría podido producir otro. A veces se producían situaciones auténticamente cómicas, situaciones ocasionadas por momentáneos desinflamientos del sentido del ridículo, que provocaban en las fisonomías de sus interlocutores risitas nunca suficientemente vagosas para no ser sarcásticas. El escritor entraba en la natural depresión anímica y hacía algo curioso: de vez en cuando daba una mirada de reojo a la roseta de la Legión de Honor que llevaba al ojal de la solapa (esquina izquierda) de su americana. Sin duda la contemplación del honor objetivizado en un botoncito rojo le producía una sensación de seguridad y contribuía a mantenerle los espíritus en una posición tensa.” ……………………………………………………………………………………………………. Enlaces citados en el podcast: Bibliografia completa https://www.cervantesvirtual.com/portales/vicente_blasco_ibanez/su_obra_bibliografia/ Cronología de Vicente Blasco Ibáñez https://www.cervantesvirtual.com/portales/vicente_blasco_ibanez/autor_cronologia/#anyo_1900 Cronologia literaria Blasco Ibáñez https://anyblascoibanez.gva.es/va/cronologia-literaria Time line de su vida https://www.timetoast.com/timelines/vicente-blasco-ibanez-5ac50faf-ff35-40dd-be42-708435362932 Galeria de imágenes https://www.google.com/imgres?imgurl=https%3A%2F%2Fwww.cervantesvirtual.com%2Fimages%2Fportales%2Fvicente_blasco_ibanez%2Fgraf%2Fcronologia%2F03_cro_blasco_ibanez_retrato_1018_s.jpg&tbnid=s0ix0VfxLAJ4aM&vet=12ahUKEwi45LKn8vr-AhVYmycCHf1fDVMQMygkegUIARDGAQ..i&imgrefurl=https%3A%2F%2Fwww.cervantesvirtual.com%2Fportales%2Fvicente_blasco_ibanez%2Fautor_cronologia%2F&docid=rpcl3y5OiYotjM&w=301&h=450&q=Mar%C3%ADa%20Blasco%20blasco%20iba%C3%B1ez&hl=es&client=firefox-b-d&ved=2ahUKEwi45LKn8vr-AhVYmycCHf1fDVMQMygkegUIARDGAQ …… Capitulo 6 Joan Fuster sobre blasco. https://annanoticies.com/wp-content/uploads/2022/04/0-PORT.PROLOG.pdf https://annanoticies.com/wp-content/uploads/2022/04/I-FUSTER-BLASCO_compressed.pdf https://annanoticies.com/wp-content/uploads/2022/04/2-BLASCO-FUSTER_compressed.pdf https://annanoticies.com/wp-content/uploads/2022/04/3-ACCIO-BLASCO_compressed.pdf Blasco Ibáñez i la Generació del 98 https://roderic.uv.es/bitstream/handle/10550/85159/05_Fuster_Espill-66.pdf?sequence=1 El Pueblo : diario...: diario republicano de Valencia - Año XXXVI Número 12451 - 1928 enero 30 (30/01/1928) https://prensahistorica.mcu.es/es/consulta/registro.do?id=11000220299 Blasco Ibáñez en francés: Una aproximación. Mª del Pilar Blanco García https://web.ua.es/es/histrad/documentos/las-letras-valencianas/09-blasco-ibanez-en-frances-pilar-blanco.pdf Novelas con buena estrella: las traducciones de Vicente Blasco Ibáñez en Francia / Dolores Thion Soriano-Mollá https://www.cervantesvirtual.com/obra/novelas-con-buena-estrella-las-traducciones-de-vicente-blasco-ibanez-en-francia-1134842/ https://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwi195WHydL-AhWM76QKHbDrAhgQFnoECAsQAQ&url=https%3A%2F%2Fwww.letrasgalegas.org%2FdescargaPdf%2Fnovelas-con-buena-estrella-las-traducciones-de-vicente-blasco-ibanez-en-francia-1134842%2F&usg=AOvVaw39ihgL0DXzCrwzrVW_ETt8 Blasco Ibáñez plagió obras de Shakespeare https://www.elperiodicomediterraneo.com/sociedad/2014/03/13/blasco-ibanez-plagio-obras-shakespeare-41913070.html Blasco Ibáñez plagió traducciones de Shakespeare https://www.levante-emv.com/cultura/2014/03/12/blasco-ibanez-plagio-traducciones-shakespeare-12793600.html Cultura: El plagio de Blasco Ibáñez https://www.ivoox.com/cultura-el-plagio-blasco-ibanez-audios-mp3_rf_2919989_1.html Blasco Ibáñez plagió traducciones de Shakespeare con un seudónimo https://www.elmundo.es/comunidad- valenciana/2014/03/12/532088e022601d96078b4574.html Sobre imitación literaria Baroja y Blasco Ibáñez https://helvia.uco.es/bitstream/handle/10396/16668/8.pdf?sequence=3&isAllowed=y Muocas; crítica y sátira Autor:Emilio Bobadilla pag 277 (plagio de la obra EL PROBLEMA NACIONAL de RICARDO MACIAS PICAVEA sobre la decadencia nacional para ponerlo en La Catedral) https://books.google.es/books?hl=es&id=2hGEUkKrbqEC&focus=searchwithinvolume&q=Catedral José María Carretero Novillo https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Mar%C3%ADa_Carretero_Novillo EL NOVELISTA QUE VENDIO A SU PATRIA O TARTARIN, REVOLUCIONARIO. (TRISTE HISTORIA DE ACTUALIDAD) https://www.iberlibro.com/NOVELISTA-VENDIO-PATRIA-TARTARIN-REVOLUCIONARIO-TRISTE/972584489/bd LA FERTILIDAD DEL 42, LA INFERTILIDAD DEL 33 Y EL HOMBRE COMO UN 6 https://tecnicopreocupado.com/2023/01/01/la-fertilidad-del-42-la-infertilidad-del-33-y-el-hombre-como-un-6/ Confesiones, 1911- Parte I http://elargonautavalenciano.blogspot.com/search/label/A%C3%B1o%201911 BI en «el partido del siglo» http://www.casamuseoblascoibanez.es/bi-en-el-partido-del-siglo/ Suzanne Lenglen vs Helen Wills - 1926 Cannes, France https://www.youtube.com/watch?v=8HSsH7V3Ml8 Suzanne Lenglen, Helen Wills at the French Tennis Tournament in 1926 https://www.youtube.com/watch?v=XOlbEpMlumA Su primera peseta http://elargonautavalenciano.blogspot.com/search/label/A%C3%B1o%201876 José Jerique Desde Montecarlo: una visita a Blasco Ibáñez https://www.casamuseoblascoibanez.es/wp-content/uploads/2021/02/Jose-Jerique-Desde-Montecarlo.-Una-visita-a-Blasco-Ibanez-El-Figaro-1919-3-6.pdf REVISTA DE ESTUDIOS SOBRE BLASCO IBÁÑEZ. Revista numero 2 http://www.casamuseoblascoibanez.es/wp-content/uploads/2018/01/Revista-n%C2%BA2.pdf Blasco Ibáñez, entre Galdós y Pla https://letraslibres.com/revista/blasco-ibanez-entre-galdos-y-pla/ Así pues, cuando hablo de la obra literaria de este autor... (Josep Pla i Casadevall, Casa museo de Vicent Blasco Ibáñez) https://www.endrets.cat/obres/homenots-tercera-serie/1113 Revista La Semana 20-5-1916 https://hemerotecadigital.bne.es/hd/es/viewer?id=04f77d5d-5d62-45e6-b598-bd52eeb7e01a
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